El viejo blog del Morsa

cada semana iremos reconstruyendo en este blog, el caso de clímaco basombrío. esta es la primera parte y cuenta con el testimonio de la dra. maría elena vivanco, médico siquiatra del hospital víctor larco herrera.


foto: la república

recordemos un poco el año 2001:

El joven que en julio del año pasado asesinó de 44 martillazos a Alejandra Brenes Hague (16) y dejó en estado de coma a la empleada del hogar, Ida Merino, no tiene muchos amigos en el penal, por lo que no se puede escudriñar lo suficiente en su personalidad. Ocupa un pabellón privilegiado cerca a la alcaidía, donde sólo habitan 15 internos. [...]

El fiscal superior José Santos Cueva Góngora ha pedido que se agoten las pericias psiquiátricas y neurológicas solicitadas por el abogado Luis Felipe Cortés. El expediente 693 (2001) ya incluye un mapeo cerebral y electroencefalograma realizado por el Instituto de Enfermedades Neurológicas que determina que la salud mental de Clímaco Basombrío es normal. (fuente: caretas)

"Recuerdo estar caminando de un lado a otro, tenía un zumbido, me dolía la cabeza y veía sangre por todos lados", manifestó con una tranquilidad que lo acompañó desde el día que lo arrestaron.

Cabe señalar que la hipótesis de que lo drogaron fue rechaza por la justicia, quien lo condenó a 20 años de prisión, debido a que los peritos de medicina legal determinaron que éste tiene una personalidad psicópata y una conducta emocional con tendencia a la manipulación y la mentira. (fuente: perú.com)

aquí viene lo interesante. cierta prensa condujo a llamar "pituco" a clímaco basombrío. en una entrevista a raúl fernández, ex director y fundador del diario el trome describe el pensamiento que se encuentra detrás del "apitucar" al victimario:

"A mí casi me matan en “El Comercio” cuando puse “Pituco revienta a natacha”… [...] El señor Clímaco Basombrío tiene un apellidazo, los papás tienen plata, el chico estudió en el Santa María, es un pituco oleado y sacramentado para el público al que nos estamos dirigiendo." (blog el salmón)

racismo al revés. como una suerte de ajusticiamiento simbólico, frente a los ojos del público que consume los "diarios de cincuenta céntimos" (sobre todo a través de las portadas), había que linchar al pituco, que con alevosía casi mata a una trabajadora del hogar. en una reciente entrevista a la hermana de ida, yovani merino dice: "si estando en la cárcel no le ha pasado nada, qué será ahora que quieren dejarlo libre." (fuente: la república).

¿y qué si efectivamente clímaco no estaba en control de sus actos? ¿puede el poder judicial determinarlo? ¿qué dicen los expertos del tema? habla maría elena vivanco, siquiatra que ha tratado a clímaco basombrío:

Juan Clímaco Basombrío tuvo problemas serios desde los 12 años cuando su padre muere, tuvo una depresión fuerte, tratada solo con psicólogo, y desde allí presentó cambios de conducta lo cual configuro una personalidad extraña, pero hay también un problema de atención y una impulsividad que no fue estudiada.

Se agrega que cuando ocurren los hechos el sale positivo para cocaína, o sea que consumieron los 3 chicos pero los exámenes de ellos desparecieron. Si Juan hizo una psicosis después de un consumo de cocaína, con el antecedente de depresión y ansiedad que ya tenia, era obligatorio hacer un buen examen neurológico; mínimo un electroencefalograma, una tomografía axial computarizada de cráneo (TAC), una resonancia, pero nadie lo solicitó.

El perito de parte de Juan es un buen medico siquiatra, pero ante los actores que son los siquiatras de Instituto de Medicina Legal, no pudo hacer nada, y para ellos todos son "trastornos disociales" y no buscaron más.

Yo lo he atendido después de los hechos y con casi 6 años de cárcel es un chico muy angustiado, a veces francamente paranoide. Busca en ocasiones riesgos, ha subido de peso como 20 kilos, y ha enfrentado la burla y amenazas de los internos porque lo vieron entrar a los 18 años, de un mundo sin calle, y protegido desde el inicio para que no lo maltrataran. Pero eso es al principio, luego 500 personas en los techos le gritaban “martillo, martillo…”. Todo esto lo ha hecho más temeroso y nervioso. Le administré valproato de sodio y una dosis baja de antisicótico, pero sería necesario hacer los exámenes que mencioné.

Ahora cada vez que él solicita sus beneficio penitenciarios, el abogado de la otra parte envía a la prensa …y ¡pum! se los niegan.. Es un enfermo y lo han procesado como sano.

la otra parte de la historia. la próxima semana continuaremos.

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