El viejo blog del Morsa

que las cabinas públicas en el perú han contribuido enormemente a la expansión de la frontera digital en nuestro país (y que se van expandiendo como fenómeno en otros países, sino leer la crónica de beatriz sarlo sobre los locutorios en buenos aires), es algo reconocido por muchos, aunque ciertamente no hay muchos indicadores económicos sobre cuánto es lo que realmente contribuyen (semana económica afirma que mueven 90 millones de dólares). y la historia de las cabinas tiene que ver con las galerías tecnológicas que quedan en el centro de la ciudad...



mi propia experiencia con las galerías data de finales de los 80s cuando iba a comprar software para mi vieja atari 800 XL. puedo decir que he sido casi un testigo de su crecimiento. ahora, en la práctica, casi toda la ciudad depende tecnológicamente de las galerías de esa cuadra que queda cortada por bolivia y uruguay. y las cabinas se arman y construyen prácticamente en ese sitio que parece una especie de doom o juego de dungeon and dragons en vivo.



sin embargo, podemos decir también que estos dos factores tienen sus propios límites. wilson no es el barrio tecnológico que debería ser (no son pues sylicon valley). las cabinas no cumplen aún con integrarse más a los barrios.

hoy la república justamente ha sacado un par de artículos en su sección económica, sobre los cambios en las cabinas públicas y en galerías wilson:

1. Cabinas de internet evolucionan y se transforman en cibercentros
2. Tecnológica Av. Wilson

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