barranco no es tierra de apristas
barranco es tierra de poetas
y se pensaba que barranco podía ser tierra de apristas
total, alan garcía es barranquino y egurino
jorge del castillo es también barranquino
y casi gana hiler maizel
pero los últimos resultados (al 100%)arrojan a toño mezarina como el nuevo alcalde
le espera una alcaldía dura
reproducimos lo que alguna vez dijimos que eran los principales problemas de barranco, como una contribución al nuevo alcalde:
1. ¿Qué hacemos con las playas? Estas son nuestro principal recurso público. Barranco es un distrito que poco a poco se va quedando sin espacios donde los niños jueguen, donde las familias paseen, donde se pueda estar tranquilamente, y jugar, hacer picnic, caminar. Los malecones (a los cuales regresaré luego), se han ido vendiendo al mejor postor, y, a diferencia de Miraflores que ha cuidado y puesto en valor los espacios públicos, aquí se han privatizado. ¿Seguiremos perdiendo esta maravilla que nos tocó? Hace no mucho estuve por Buenos Aires y allá se quedaban fascinados con la idea de tener la playa al costado de la ciudad, no a una hora de distancia, sino que la ciudad misma está sobre la playa. Pero, en vez de cuidarla y entregarla a los ciudadanos para que entre todos la cuidemos, la hemos casi regalado a un restaurante de élite, unas canchas deportivas que hay que pagar un alto precio para su uso, y ahora una pollería (¡sí! ¡comida cerca a la playa! es decir, más contaminación, olor a alimentos y basura cerca al mar).
2. ¿Qué hacemos con la bajada de baños? Al perder la bajada que se prolongaba desde Sáenz Peña, el único acceso que tienen las familias barranquinas para ir a la playa es por Bajada de Baños. Y esta, entregada a resturantes de malísima calidad, ha ido tugurizándose. Obviamente el abandono ha producido descuido también por parte de los ciudadanos. Es casi un axioma: Si ven algo descuidado lo seguirán descuidando. ¿Se hará algo? ¿Hay algún plan para Bajada de Baños? ¿Bajada de Baños podrá ser nuestro Caminito? ¿Una zona turística, tradicional, artística?
3. ¿Qué hacemos con el Parque Municipal? Este se ha ido perdiendo desde hace mucho. A lo desperdiciada que está la pérgola (donde alguna vez tocó Pérez Prado, entre otros músicos de gran talla), y la toma que ha tenido el parque por parte de una feria "artesanal" de mala calidad, se suma la bulla y la inseguridad que ha traído la cantidad de bares, antros y locales en el parque. En España ha sido clarísimo que la mayor afluencia del público "bohemio" (mejor habría que decir, juerguero) le ha traído más costos que beneficios a localidades como Ibiza, por ejemplo. Completamente antitécnico, la municipalidad de Barranco gasta (si es que lo hace) más en mantenimiento, limpieza, seguridad en el parque, que lo que percibe por tributos por el funcionamiento de esos locales. Se necesita entonces un verdadero plan de manejo de la zona monumental, que se planifique la zona de diversión, juerga, etc, de tal modo que ni la municipalidad ni los vecinos se perjudiquen.
4. ¿Qué hacemos con la integración de Barranco? Cada vez más Barranco se convierte en dos distritos distintos, con la av. Bolognesi como una especie de frontera natural. Zona pobre vs. Zona media y rica. Al no existir casi espacios públicos comunes, tampoco hay integración. La gente se ha ido atricherando en sus calles enrejadas, con sus guachimanes, y el barrio barranquino es un recuerdo melancólico. ¿Se podrá alguna vez soñar con acatar la ley y prohibir el enrejado de calles? ¿Se podrá pensar en actividades (como, por ejemplo, campeonatos deportivos, rescatar a los viejos e históricos clubes de fútbol, entre los más antiguos del país) que permitan que los barranquinos se conozcan? Eso nos lleva a una pregunta más...
5. ¿Qué hacemos con la cultura? Barranco es entre los distritos limeños aquel que destaca por su tradición, cultura e historia. Tiene un casco monumental protegido por el Instituto Nacional de Cultura. Se le reconoce como distrito de poetas y artistas. Pero, ¿realmente hacemos algo sobre eso? Nuestra biblioteca municipal está casi abandonada y no fomenta la lectura ni la escritura. En la tierra de Eguren, Adán, entre otros, no hay concursos de juegos florales. A la huachafería de nombrar el Malecón Paul Harris como Malecón Vargas Llosa no ha ido, por ejemplo, la adquisición de sus obras completas, quizá mejor homenaje al escritor y mucho más alentador para que otra gente tenga acceso a los libros. Es casi seguro que se podría armar un patronator para la Biblioteca Municipal con el fin de convertirla en una biblioteca pública especializada en literatura peruana. Pero igual, como casi todas las cosas públicas, se tiene al abandono. Que cada uno se la arregle.
De igual modo, en pleno boom de la gastronomía peruana, solo existe un restaurante tradicional en Barranco. Las vivanderas al costado de la Municipalidad son francamente una estafa. ¿Podemos hacer algo bien, de calidad, que nos haga sentir orgullosos y dignos?
6. ¿Qué hacemos con los malecones y los parques? No puede haber ciudadanía si no hay espacios públicos. Eso es un hecho. Si cada uno de nosotros se mantiene en su cubil, su calle enrejada, vamos a vivir en nuestros propios territorios feudales, sin conocer al otro, sin ser iguales en deberes y derechos al otro. Esto quiere decir que si no existen parques y lugares donde los barranquinos todos, los del "otro lado" y los del "otrísimo lado", se encuentren con sus familias, parejas, hijos, nietos y bisnietos, el distrito barranquino será una utopía. Debería ser una consigna recuperar los parques, abrirlos para que los niños jueguen a la pelota, para que las familias paseen, para que la gente pueda caminar tranquilamente y echarse un rato a descansar si quisiera. ¿En qué estado se encuentran los pocos parques que tiene el distrito? ¿La calle puede dejar de ser un sitio tomado por los propios vecinos y más bien entregado a los barranquinos todos?
7. ¿Transparencia y participación ciudadana? El distrito de Barranco no cuenta con página web que informe a los vecinos sobre lo que hace y gasta la municipalidad. Generalmente nos enteremos de las nuevas obras, las consesiones, de los gastos y los concursos públicos, cuando ya todo está consumado y no hay nada que discutir. Como si eligiéramos durante 4 años a un pequeño rey que hace y deshace a su antojo durante ese período. ¿Se puede hacer algo en ese sentido? Más que un compromiso, ¿un plan de trabajo?
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